Tuvimos la suerte de contar con Scent of Death para una de
las primeras entrevistas en Dismemberd zine y ahora llega el turno de hablar de
su último y reciente trabajo “Of Martyrs´s agony and hate”.
Manteniendo fija la columna vertebral en las guitarras y
bajo, la banda ha contado en este Cd de nuevo con un baterista de sesión, esta
vez el portugués Rolando Barros y, ha cambiado de vocalista.
En el terreno vocalístico Sergio se mueve de forma
vertiginosa apoyado con contravoces que hacen recordar a Hate Eternal y Deicide
manteniendo de forma mucho menos acusada, la influencia de Immolation que su
anterior vocalista Lois sí tenía. Lo cual lejos de ser negativo, aporta un
ataque a la voz con más personalidad que el recuerdo tan inmediato a Ross
Dolan.
Si en el anterior trabajo destacaba de sobremanera la labor
de Alfred Berengena como músico de sesión, su actual baterista no le va a la
zaga y completa un trabajo en el que la caja toma algo más de protagonismo que
en la grabación de Berengena, dándole un toque más violento, hecho éste producido
por como quedó en la mezcla del anterior Cd “Woven in the book of hate”. Aunque
y, como en cuestión de niveles nada está escrito, me hubiese gustado que la
caja resaltase un poco más aún en esta grabación, pero es que, y ahora vamos,
las cuerdas de este trabajo toman un protagonismo colosal.
La labor de las guitarras del dueto formado por Bernardo y
Jorge es tremenda. Por los créditos sabemos que la labor de composición la
lleva el guitarra Jorge, que es incluso quien firma todas las letras excepto
una.
Desde el primer momento que el Cd coge volumen se nota que
la banda ha incorporado durante estos siete años de sequía discográfica
influencias en torno a bandas como Origin y el recuerdo a una mezcla de brutal
death violento con la técnica al servicio de la canción (y no al revés) será
una tónica a través del mismo. El toque Immolation sigue ahí, pero como pasaba
con la voz, ya no es la línea definitoria sino, un matiz más.
Si los riffs de guitarra demuestran un nivel superior, los
desdoblamientos, armonías y solos aportan al conjunto de las canciones unas
texturas que son parte indispensable de la grandeza de este disco. El sexto
corte “Man kill, god too” contiene alguno de los detalles anteriormente citados.
Aunque resulta difícil destacar un tema sobre los demás ya que la homogeneidad
en cuanto a calidad se mantiene a lo largo del mismo.
Rompiendo con la línea del disco encontramos un sorprendente
octavo corte llamado “The sleeper must awake” en el que construyen una
inquietante instrumental en el que demuestran como crear atmosferas con las
guitarras sim necesidad de teclados y secuencias extraídas de películas etc.
Completa este estupendo trabajo una buena portada y
presentación del libreto, acompañado de distintas imágenes junto a la parte
lírica del disco y recordar que este fantástico trabajo tendrá su edición en
vinilo editado para Enero de 2013 por el sello-fanzine gallego Bloody
productions.
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